Descubrir mi vocación fue un trabajo difícil. El último semestre del colegio llegaba a su fin y me encontré en una etapa llena de confusión, inseguridad y miedo de no encontrar mi carrera o fallar en el intento. Me tomó mucho tiempo reconocer qué era lo que más me gustaba y disfrutaba hacer y a partir de eso tomar la decisión que cambiaría mi vida por completo.

Una de mis mayores inspiraciones por las que decidí estudiar Educación fue el colegio en donde estudié. Siempre veía a mis profesoras como un modelo a seguir, procuraban que todos los días aprendamos cosas nuevas y que encontremos nuestra razón de ser. El cariño y la pasión que transmitían con sus enseñanzas me ayudaron a descubrir mi vocación de servicio